Después de más de un mes metidos en casa, es posible que ya hayas leído más de un artículo sobre realizar ejercicio en casa. Es imprescindible mantenerse activo, sobre todo en situaciones como en las que estamos, no solo para mantener un buen estado de salud físico, sino también a nivel mental. Al fin y al cabo, realizar entrenamientos hace que el cuerpo libere endorfinas, las hormonas que procuran un bienestar físico y anímico, por lo que te ayudará a reducir los niveles de ansiedad que puedas sufrir en la cuarentena.
A medida que van pasando las semanas es posible que tu ánimo decaiga. Es normal; aunque el ser humano tiene una gran capacidad de adaptación, pasar tanto tiempo encerrados acaba teniendo un efecto en el estado de ánimo. Pero esto es precisamente lo que hace al ejercicio físico tan necesario. “Cuando realizamos actividad física, liberamos una buena parte de endorfinas, la hormona de la felicidad”, corrobora la médica estadounidense Lynette Charity, en la revista ‘Mel Magazine’.
La mayoría de las personas hacen ejercicio pensando en una motivación exterior
“El ejercicio ayuda que tu cerebro se deshaga de la presión mental que está soportando durante todo el día”, prosigue. “Si no lo practicas, y encima estando en circunstancias de aislamiento y distanciamiento social, puedes desarrollar algún síntoma de carácter depresivo. Entrenar sube tus niveles de endorfinas para que esto no suceda”.
Para muchos que tengan hijos, jugar con ellos en casa puede ser una buena forma de sudar y soltar endorfinas. En cualquier caso, lo más importante es encontrar el espacio y el momento adecuado para hacerlo lo más llevadero posible. De ahí la importancia de saber encontrar la motivación suficiente para hacerlo de manera regular, ya que si no te diviertes o encuentras un aliciente, será más fácil adaptarlo a la rutina.
Sentir el cuerpo más relajado
Por ello, Charity aconseja que en vez de pensar en quemar calorías o en ganar fuerza muscular, aquello que te reconciliará con la actividad física será reflexionar que, una vez realizado,sentirás el cuerpo mucho más relajado, consiguiendo así que el estrés o la ansiedad diaria que puedas experimentar sea mucho más leve o desaparezca. Por tanto, si piensas en ello como una vía para sentirte mejor física y mentalmente y menos como una especie de autoimposición, tal vez lo encuentres más atractivo.
Escribe sobre aquello que te motiva. Es muy importante que cada persona sepa por sí misma por qué debería hacer ejercicio
las enfermedades que puedas sufrir en un largo plazo y por las que necesites tomar pastillas, ya sean las más típicas como las cardiovasculares o aquellas relacionadas con el estado de ánimo, tendrán más probabilidades de ser atajadas si nos ejercitamos a diario y mantenemos unos hábitos sanos.
“La mayoría de las personas hace ejercicio solo pensando en una motivación exterior”, asevera Aneesh Chaundhry, entrenador personal. Esto viene a ser estar más fuertes o lucir un cuerpo más tonificado de cara a los demás. “La clave está en encontrar unas razones personales para no perder las ganas ni la sensación de que debes seguir haciéndolo”.
Una de las principales causas por las que puedes perder esa motivación también es el hecho de estar aislados socialmente. Al fin y al cabo, antes de la pandemia y del encierro, ejercitarse también era sinónimo de entrar en contacto con otras personas. Ir al gimnasio o salir a correr o andar con algún amigo era la mejor forma de realizar deporte. El hecho de que estemos cada uno relegados al espacio íntimo hace que las ganas de actividad física puedan desaparecer. Por ello, Chaundhry admite que este tiempo supone “un auténtico reto para nuestra salud mental”, y que “debemos mantener la mente ocupada para llenar ese vacío social”.
Para no rendirnos a la primera de cambio, si no estás muy familiarizado con el ejercicio físico no tienes que matarte a flexiones o abdominales todo el día. El experto asegura que tan solo con media hora y tres días a la semana ya será suficiente para empezar a notar los beneficios para nuestra salud mental y física. “Debes tener una razón para hacerlo, o de lo contrario no lo cumplirás”, recuerda. “Escribe sobre aquello que te motiva. Es muy importante que cada persona sepa por sí misma por qué debería hacer ejercicio, ya sea por prevenir una hipotética enfermedad futura, tener mejor aspecto físico o querer liberarse del estrés. Debes escribir esas razones y recordártelas cada día”.