Durante los ocho años del Gobierno Santos las Superintendencias, organismos adscritos a la rama Ejecutiva cuya función específica es inspeccionar y vigilar las actividades económicas y de servicios en todo el país, según el sector al que pertenezcan, se fortalecieron y ganaron protagonismo.

Su importancia radica en que cumplen funciones de control, al mismo nivel de organismos como la Procuraduría o la Contraloría, contando con poder investigativo, sancionatorio y penalizador. A continuación realizamos un repaso de los logros y pendientes que tuvo la SuperTransporte durante este período.

Bajo la dirección Juan Miguel Durán, quién se desempeñó como Superintendente entre 2010-2014, la entidad inició un proceso de reestructuración, renovación y modernización institucional, sin embargo, el gran cambio se vio reflejado en los últimos cuatros años de la mano de Javier Jaramillo.

Durante este tiempo la entidad se fortaleció administrativa y tecnológicamente para las labores de inspección, vigilancia y control. Esto se traduce en un mayor control de los trámites que los ciudadanos realizan para gestionar licencias de conducción, revisiones técnico-mecánicas, realización de los cursos en escuelas de conducción y en la vigilancia de las empresas trasportadores de carga y pasajeros del país, así como de las terminales aéreas y marítimas.

Entre los logros más significativos está la implementación del Sistema de Control y Vigilancia, –Sicov– para el monitoreo en línea de los trámites que se realicen en los Centros de Diagnóstico Automotor –CDA–, Centros de Reconocimiento de Conductores –CRC– y en los Centros de Enseñanza Automovilística –CEA– y la entrada en funcionamiento de la plataforma Cemat. Ver (Sivoc y Cemat)

Se mejoró el tiempo que tomaban los procesos administrativos, en cuanto a investigaciones y sanciones a empresas de trasporte, pasando de un promedio de cuatro años o más, a seis meses, máximo un año, en la toma de decisiones.

No obstante aún quedan por mejorar ciertos mecanismos de control y vigilancia, que el nuevo Superintendente deberá solucionar o mejorar. Uno de ellos es el #767.

En teoría mediante esta línea, un ciudadano puede denunciar cuando el conductor de un vehículo de trasporte de pasajeros o de carga, no cumple con las normas de tránsito, pero en la práctica, dicha denuncia no se traduce en una sanción y es tan solo llamado de atención a la empresa propietaria del vehículo, por parte de la Super.

Por otra parte si bien se han mejorado las líneas de atención al ciudadano, aun este servicio presenta falencias para dar una respuesta más ágil atendiendo las denuncias o quejas.

Otra tarea pendiente es terminar de implementar el sistema Sicov, en los Centros Integrales de Atención del Infractor de Tránsito –CIA–, encargados de dictar los cursos a conductores que han cometido infracciones de tránsito, para obtener así los beneficios en descuentos en el pago de los comparendos respectivos.

El nuevo Superintendente, que al cierre de esta edición no ha sido designado, tendrá las herramientas tecnológicas y sancionatorias necesarias para seguir de cerca el comportamiento de este sector del país, tarea nada fácil por el número de actores e intereses que lo conforman. Sistema Sicov

Mediante un avanzado software de reconocimiento dactiloscópico se coteja la identidad de los ciudadanos, en la expedición de los certificados y documentos en los CRC y CEA. En cuanto a los CDA, el sistema cuenta con cámaras para realizar una vigilancia en línea del proceso de Revisión Técnico-Mecánica y Gases -RTM- de cada vehículo.

Plataforma Cemat

Al denominado Centro de Monitoreo de Actividades de Transporte -Cemat-, están interconectadas más de 150 entidades públicas y privadas del sector.

Al tener centralizada toda esta información, la entidad está hoy en la capacidad de detectar posibles actividades fraudulentas durante los trámites que se realizan en los Centros de Diagnóstico Automotor -CDA-, en los Centros de Reconocimiento de Conductores -CRC- y/o en los Centros de Enseñanza Automovilística -CEA-.

Este sistema además analiza y vigila el comportamiento de las terminales de transporte terrestre, aéreo y marítimo, los corredores viales nacionales y concesionados, los sistemas de transporte masivo, la accidentalidad vial, el transporte de carga (terrestre, fluvial marítimo y ferroviario).

“El Cemat permite que el gobierno central realice políticas públicas más adecuadas en pro del sector transporte, y pueda tomar decisiones preventivas, correctivas y predictivas”, afirma Javier Jaramillo.

A su vez, genera no solo informes estadísticos, sino también alarmas de riesgo operativo y financiero de las empresas, ofreciendo información confiable y oportuna para la toma de decisiones que eleven la competitividad del sector.

 

Fuente: Motor