La crisis presentada por el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito deja en evidencia muchas realidades.

Miguel Martínez Gómez, presidente de la Federación de Aseguradoras Colombianas, Fasecolda, ha aparecido últimamente en el ámbito nacional exponiendo las razones que tienen en jaque el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito, SOAT, en Colombia.

Evasión, aumento de accidentalidad y fraude son las principales falencias; sin embargo, al ser cuestionado sobre ¿qué pasaría si no hubiera SOAT en el país?, el presidente de Fasecolda respondió (los accidentes) “entrarían por el (sistema) tradicional de atención médica, ya sea el subsidiado o el contributivo”.

La siguiente pregunta fue ¿y eso está mal?, a la cual respondió con un contundente “no está mal”.

Entonces, ¿en qué cambiaría el panorama de los accidentes en Colombia? Según Martínez Gómez “ya no lo recogería una ambulancia, es decir, no habría la inmediatez y esa podría ser la diferencia entre la vida y la muerte”.

Si el presidente de Fasecolda expresa que el servicio de ambulancia constituiría la única diferencia, pues sería un punto a favor acabar el SOAT teniendo en cuenta ‘la guerra’ que se vive en las calles por cuenta de los vehículos de la salud que recogen a los accidentados… varias han atropellado a los heridos, causándoles incluso la muerte.

Esta situación, sin duda, saca a la luz pública varias verdades. El SOAT es un negocio privado, un impuesto disfrazado porque un porcentaje de lo pagado se va a las arcas del ADRES, antiguo FOSYGA. Ese dinero tiene como fin atender a los accidentados que no tienen SOAT, o eso dicen.

Antes de existir el SOAT los accidentes eran atendidos normalmente por el sistema de salud. Entonces ¿por qué no puede volver a ser así?

Por ejemplo, si hoy en día usted está afiliado a salud por régimen contributivo tiene derecho a ser atendido en caso de una posible afectación de su integridad… o quién cree que lo ‘recibe’ cuando exprimen un SOAT.

Ya sea enfermedad o accidente su atención está garantizada y si tiene medicina prepagada ni hablar. Recuerde que hay medicamentos que no están incluidos en el Plan Obligatorio de Salud, POS, pero la atención se debe garantizar.

Ahora, pensemos en el bolsillo de un ciudadano del común que reunió 2 millones de pesos para comprar una moto usada entre 100 y 200 CC para buscar el sustento de su familia. El nuevo conductor debe además invertir cerca de 1 millón de pesos en la licencia, $556.500 en el SOAT y $165.000 de revisión técnico mecánica, es decir que la inversión casi se duplica.

El SOAT se ha vuelto un dolor de cabeza y el Gobierno Nacional debe entrar a analizar si está bien planteado o si por el contrario debería tener un cambio drástico o su abolición.

 

FUENTE: PUBLIMOTOS