Cuando inmovilizan un vehículo por no tener el certificado de Revisión Técnico Mecánica y de Emisión de Emisiones Contaminantes ( RTMyEC) al día o por falla mecánica, el propietario solo podrá retirarlo de los patios en grúa con destino a la dirección que quedó registrada en la audiencia efectuada con el organismo de tránsito y en donde se compromete a subsanar la falla que originó la inmovilización.
A partir de la entrega del vehículo al propietario, actúa la buena fe del infractor. Es allí donde las autoridades de tránsito le pierden la ‘pista’ al no tener las herramientas para hacer un seguimiento y comprobar si el dueño cumple o no con el acuerdo y repara su vehículo.
Según la Secretaría Distrital de Movilidad –SDM–, “si el vehículo es sorprendido nuevamente por un agente de tránsito y aún no ha hecho el arreglo, el propietario automáticamente se convierte en reincidente y se le suspende la licencia por 6 meses”.
Sin embargo, en la práctica es poco probable que esto suceda al no haber controles frecuentes para que un infractor sea ‘pescado’ y le impongan de nuevo un comparendo por no portar la RTM o tener una falla técnica.
Hasta cuando no haya una herramienta o norma jurídica a través de la cual se permita comprobar que se cumplió con lo pactado, habrá en las calles carros con un dudoso estado mecánico, susceptibles de provocar siniestros viales.
Según cifras suministradas por la Dirección de Tránsito y Transporte –Ditra– de la Policía Nacional, en el 2018 se impusieron 440.126 comparendos y en tan solo este año ya se han sancionado 18.587 propietarios de vehículos. Sin embargo es incierto cuántos de esos infractores subsanaron la falla técnica que originó la inmovilización.
Esta situación preocupa, ya que puede estar rodando en el país un porcentaje incierto de vehículos con problemas técnicos y debería tener en alerta a las autoridades de tránsito, especialmente las de los municipios, veredas y zonas rurales, donde son prácticamente inexistentes los controles.
RTM y la evasión
Este es otro problema. Lo más preocupante es que los motociclistas –los más vulnerables en siniestros viales–, son quienes más evaden la obligatoriedad de realizar la RTM.
Según cifras del Registro Único de Tránsito –Runt–, y tomando como base las motos que tienen la obligación de realizar por primera vez el trámite, luego de dos años de haber sido matriculadas, encontramos que de las 566.753 registradas en 2016, solamente 322.177 hicieron la RTM, mientras que 335.571 no la efectuaron, lo cual representa cerca del 60 por ciento de evasión.
Haciendo un análisis histórico encontramos, además, que esta tendencia se mantiene por cuenta de las motos. De las matriculadas en 2014 (657.748) no hicieron el trámite 308.770, cuando les correspondía hacerlo en el 2016, y de las registradas en 2015 (661.449) evadieron el examen 307.653.
En vehículos particulares la evasión es menos dramática. Para este tipo de automotores la norma se aplica desde el sexto año a partir de la fecha de matrícula. Según cifras del Runt, en 2012 se matricularon 248.996 vehículos particulares, de los cuales en 2018 192.077 hicieron la RTM y tan solo 21.885 no la efectuaron, lo cual representa menos del 10 por ciento.
A diferencia de las motos la evasión de RTM por primera vez en vehículos particulares va a la baja. De los matriculados en 2010 (213.662), 42.678 no la efectuaron, y de los automotores registrados en 2011 (267.591) solamente 23.099 no realizaron el trámite.
Ahora bien, si tenemos en cuenta que el grueso del parque automotor en Colombia lo componen vehículos de más de seis años de uso, podemos establecer que la gran mayoría de los vehículos particulares (autos y camionetas) que rueda en el país tiene vigente la RTM, a diferencia de las motos, que es lo opuesto.
Según cifras de la Asociación Nacional de Centros de Diagnóstico Automotor –ASO CDA–, del total del parque automotor que está sujeto a realizar RTM anual, el 56% de esos vehículos no la cumplen, de los cuales el 68 por ciento corresponde a motocicletas y un 38 a vehículos particulares.
Cabe aclarar que un buen porcentaje de dichas cifra corresponde a vehículos que están abandonados en los patios, guardados en algún garaje o bodega (como sucede con los pocos catalogados como antiguos) o aquellos cuyos dueños no le han dado de baja en el sistema.
Si bien el registro de fallecidos en siniestros viales ha bajado, la infracción por no tener RTM es hoy la más frecuente y es tarea de la policía de tránsito de cada ciudad, pero en especial las de los municipios aledaños a las grandes capitales los encargados de velar por que se cumpla la norma y así restar un factor al índice de siniestralidad vial.
ASO CDA pide depurar los registros del Runt.
En un informe elaborado por la Asociación Nacional de Centros de Diagnóstico Automotor –ASO CDA–, Gonzalo Corredor, presidente de esta agremiación, hace un llamado al Gobierno Nacional para que el Runt realice una depuración de sus registros. “Es importante que al menos el Runt los clasifique en las categorías de vehículo activo o inactivo, para de esta forma tener una apreciación más real del parque automotor”. Haciendo este ajuste se puede determinar la verdadera cifra de evasión tanto de RTMyEC como de Soat.
A su vez, las cifras de seguridad vial en el país cambian dramáticamente hacia lo negativo, en razón que habría menos vehículos activos versus el número de siniestros viales.