El secretario de Seguridad y Justicia, Carlos Alberto Rojas, confirmó este jueves que habrá ley seca en Cali durante este fin de semana como medida complementaria para mitigar la propagación del coronavirus.

«La medida iniciará el viernes a las 6:00 p.m. hasta las 6:00 a.m. del próximo lunes», aseguró el funcionario.

Rojas afirmó que está decisión fue tomada debido el aumento de casos de Covid-19 en la capital del Valle del Cauca y varias denuncias acerca de ciudadanos que no han acatado el aislamiento preventivo obligatorio.

Lea también: «Seguiremos presentes con los programas sociales»: Iván Duque

Además, señaló que se necesita del buen comportamiento de toda la comunidad para poder aplanar la curva de contagios que hay en la ciudad.

«La coyuntura en la que nos encontramos exige disciplina, orden social y autorregulación. El licor es un factor que genera conflictos, por eso tomamos está decisión. Esperamos que la comunidad se comporte a la altura durante este fin de semana», aseveró.

Sobre la implementación del toque de queda el funcionario descartó la medida por ahora y en su lugar habló de un trabajo de intervención social comunitaria que incluye acompañamiento a los sectores más vulnerables de la ciudad.

“La idea es llevar un mensaje claro desde lo pedagógico, tendiente a construir mucha autorregulación y conciencia ciudadana”, dijo.

“Esperamos que estas decisiones, que tienen un fuerte contenido de base social y comunitaria, puedan tener una prevalencia importante en el buen comportamiento ciudadano”, concluyó Carlos Rojas, secretario de Seguridad y Justicia de Santiago de Cali.

En Cali se registran 590 contagios de coronavirus, 71 recuperados y 37 fallecidos, mientras que a nivel departamental ya hay 775 personas contagiadas con Covid-19 y en Colombia el total de casos llegó a 4.561 personas.

Cabe recordar que en el decreto expedido por el Gobierno en el cual se establecieron los lineamientos de la cuarentena por el Covid-19, no se prohibió la venta de bebidas embriagantes, pero sí su consumo en espacios públicos.

 

Fuente: El País