Esta situación está lejos de mejorar por dos razones: la primera, las inconsistencias del Código Nacional de Tránsito y la poca profundidad al tratar un asunto de vital importancia para la seguridad vial. En el 2011, por un asunto ‘legal’, el Consejo de Estado ‘tumbó’ la norma que obligaba a todos los vehículos a llevar las luces encendidas en carreteras nacionales y/o departamentales, durante las 24 horas del día. De ese tamaño es el atraso, al punto que una medida segura se cayó por un mal trámite de la norma por parte del Ministerio de Transporte.

En segundo lugar, los pocos controles que sobre el uso de las luces ilegales ejerce la policía de tránsito, sobre todo en horas de la noche, periodo en el cual hay verdaderas ‘discotecas’ o ‘pesebres’ sobre ruedas.

Como la solución no está a la vuelta de la esquina y cada vez más gente viaja de noche, retomamos una serie de consejos que debe seguir al conducir de noche. Y también, para evitar el encandilamiento o la ‘ceguera’ temporal que producen el uso inadecuado de las luces ‘altas’, y los bombillos HID y LED adaptados sin ningún criterio técnico en lámparas de vieja tecnología que apuntan directamente a los ojos de los conductores.

Decálogo para manejar de noche

1.- No dude en encender las luces. Cuando comienza a oscurecer algunos conductores encienden las luces, otros no. Es posible que no las necesite para ver el camino, pero usted sí se hace más visible para otros usuarios de la vía. El uso de las luces encendidas las 24 horas es ya una norma obligatoria en varios países e incluso muchos vehículos cuentan con encendido automático de las mismas.

2.- Reducir la velocidad. Como norma general al conducir de noche hay que andar a menor velocidad que en el día. En la noche una persona tarda más en ver y reaccionar ante los peligros, peatones y obstáculos. De ahí que la recomendación es ‘no adelantarse’ a los faros, es decir, manejar tan rápido que no se puede detener dentro de la distancia iluminada por estos.

3.- Los conductores cansados y ebrios. Está comprobado que hay más conductores ebrios y cansados de noche que en el día, en especial los viernes y sábados. Ambos estados reducen la velocidad de reacción del conductor. Los ebrios suelen adoptar un comportamiento temerario al conducir. Lo mejor es alejarse de ellos, o como medida de precaución circular lo más cerca posible de la línea central o de la doble línea de la calzada. Si nota que el conductor viene de frente hacia su carro o cambia su trayectoria, usted tendrá más espacio para una maniobra evasiva hacia la derecha.

4.- Descansos frecuentes. No solo hay que cuidarse de los conductores fatigados sino de conducir cansado. Para superar el problema hay que hacer paradas con frecuencia, ejercitarse un poco o hacer estiramientos musculares. Si aparece el sueño es mejor dormir unos minutos en un lugar seguro.

5.- Animales en la vía. En nuestras carreteras es frecuente el tránsito de animales (ganado, burros, perros). En algunas zonas del país al llegar la noche estos buscan el pavimento caliente para dormir por lo que hay que estar atento a esta situación. También hay fauna silvestre y afortunadamente ya hay algunas carreteras que cuentan con esta señalización. En todo caso, los animales que cruzan las vías son muy peligrosos de noche pues es difícil verlos. Un impacto contra un animal grande a alta velocidad puede ser mortal tanto para el animal como para el conductor, los pasajeros y el vehículo. Hay que poner atención a cualquier signo de animales en el camino y reducir la velocidad. Si ve uno adelante, lo recomendable es reducir la velocidad, frenar y no cambiar de dirección. En lo posible trate de esquivar el animal por su parte trasera pues ellos no ‘echan reversa’. Un truco útil para detectar animales es buscar sus retinas ante la imposibilidad de ver su cuerpo en la oscuridad, pero se pueden ver la luz reflejada en sus ojos desde una mayor distancia.

6.- Ojos en movimiento. En la noche es clave examinar la vía frente a usted y a los costados para detectar peligros, revisar ocasionalmente los espejos para estar alerta a los alrededores. Concentrarse solo en la línea divisoria de la carretera no da suficiente información visual y puede producir una especie de ‘hipnosis’. Para evitarla, mueva los ojos hacia los lados mientras conduce.

7.- Faros, parabrisas y espejos limpios. Estos elementos deben permanecer en la mejor condición posible. Los faros deben limpiarse con frecuencia. Aunque hay líquidos para limpiar el parabrisas, algunos no son tan efectivos en el caso del aceite que salpica o de los insectos que se estrellan contra el vidrio. Nunca use las plumillas para removerlos. Para quitar la grasa del panorámico lo más efectivo es el jabón líquido de cocina. Hay trucos para quitar la grasa como el cemento blanco que es abrasivo y se aplica en un paño con thinner. Esto lo afloja y el cemento lo lleva; ojo con la pintura y los cauchos porque el thinner los ataca.

8.- Luces altas. Estas son de gran ayuda por su largo alcance pero deben usarse correctamente, por ejemplo al conducir en áreas oscuras y de poca visibilidad siempre y cuando no tenga otro carro adelante o vehículos viniendo en dirección contraria. En estos casos, la potencia de la luz les molesta a los otros conductores. Si un carro viene de frente con las luces altas evite observar el haz de luz, pues se producirá una ‘ceguera’ temporal o encandilamiento. Mire hacia la derecha de su carril mientras mantiene la visión periférica alerta a otros peligros. Si un carro que circula detrás de usted trae las luces altas, ajuste el espejo retrovisor al modo nocturno. Un truco que a veces funciona es ‘abrir’ los espejos exteriores para reflejar la luz hacia el conductor y alertarlo de su error.

9.- Lentes. Si usa lentes antirreflejos tenga en cuenta que los faros de los carros que vienen de frente a veces reflejan la luz en dirección contraria, creando un resplandor que oscurece la vista. La recomendación de los especialistas es usar lentes de contacto o lentes que tengan una capa antirreflejos que minimice este efecto.

10.- Ajustar los faros. Verifique que los faros de su carro estén bien alineados. A veces, al cambiar los bombillos se colocan de forma incorrecta o se giran los tornillos de regulación en lugar de los de retención y eso afecta la alineación. Por último, si se funde un bombillo halógeno, reemplácelo por uno de las mismas especificaciones técnicas. Hay quienes cambian luces halógenas por HID, que no funcionan correctamente en lámparas diseñadas para luces halógenas.

Uso de gafas para conducir

Conducir de noche, en días soleados, lluviosos o con neblina puede llegar ser muy incómodo. En un día soleado los anteojos de sol ayudan a reducir el reflejo y protegen de sus rayos. En días oscuros, las gafas para sol aumentan el contraste y ayudan a ver mejor, especialmente si el lente es de color amarillo.

Según los especialistas, el color amarillo elimina la luz azul, la violeta y parcialmente la verde, y aumenta el contraste y la cantidad de luz visible, por lo que incrementan la profundidad de foco. Esto ayuda a ver mejor.

Las gafas con cristales amarillos son efectivas con poca luz, en días nublados o durante la noche, ya que su función es aumentar el contraste de los objetos. Así se pueden ver mejor las líneas de la carretera, los huecos y contribuyen a disminuir la fatiga ocular.

Gafas: ¿cuáles usar?

Hay diferentes tipos de gafas y cada una tiene sus propias características, entre ellas, el número de filtro (0, 1, 2,3, 4) que indica la cantidad de absorción lumínica visible, no de absorción de radiación.

Un lente oscuro o muy oscuro no necesariamente protege de la radiación UV (ultravioleta) ya que es el material el que debe absorberla o repelerla, no el tinte que lleva incorporado el lente.

De acuerdo a esto, hay cuatro categorías:

Claras (nivel 0):

Se usan para conducir, aunque apenas transmiten entre el 80 y el 100 por ciento de la luz solar. Son las gafas ideales para conducir en días nublados, lluviosos o con poca claridad.

Ligeramente coloreadas (nivel 1):

Su nivel de protección es bajo, especialmente en los días claros o de sol bajo. Transmiten hasta un 80 por ciento de la luz.

Medianamente coloreadas (nivel 2):

Transmiten apenas un 45 por ciento de los rayos solares.

Oscuras (nivel 3):

Son los lentes más recomendados para conducir, sobre todo en días demasiado claros. Transmiten entre un 8 y un 18 por ciento de la luz solar.

Demasiado o muy oscuras (nivel 4):

Transmite la luz solar entre un 3 y un 8 por ciento, lo cual les hace idóneas para deportes acuáticos, montañismo en la nieve, entre otros.

 

Fuente: Motor