Un sillín está conformado básicamente por tres componentes: la base o soporte, es la estructura que permite unirlo al chasis de la motocicleta; el relleno o abullonado, encargado de dar la forma a la silla y soportar el peso del piloto y su acompañante; por último el tapizado protegiendo el abullonado, es lo que finalmente tendremos a la vista.

Hoy hablaremos puntualmente de la importancia del relleno, ya que este no solamente debe dar forma al asiento y hacer más placentera la experiencia de conducir la moto, también debe ser de un material cómodo para largos recorridos y lo suficientemente duro como para recuperar su forma original una vez nos levantemos. El sillín de una motocicleta puede hacerse de una sola pieza de relleno, ya sea inyectado directamente sobre un molde con las especificaciones de fábrica, o esculpido a partir de una pieza de material más grande, igualmente puede hacerse labrado en capas (más densas abajo y más suaves en la parte superior), o con insertos de gel, todo dependiendo del nivel de comodidad y durabilidad que busquemos.

El relleno debe cumplir la función de darle forma al asiento y hacer más placentera la experiencia de conducir la moto

Generalmente se emplea espuma flexible de poliuretano, también conocida como gomaespuma (un material inventado por el Dr. Otto Bayer durante la Segunda Guerra Mundial). Es un plástico poroso muy versátil, que permite elasticidad, suavidad y resistencia; es formado por la reacción química de dos compuestos, un ‘poliol’ y un ‘isocianato’, en esta reacción se libera dióxido de carbono formado por burbujas, dándole así sus características y propiedades. En resumidas cuentas estas espumas están compuestas por millones de burbujas de aire atrapadas entre unas finas paredes, y según la formulación empleada y los aditivos añadidos, se pueden conseguir características de calibre (grosor), dureza (o resistencia a la compresión, es decir, más blandos o duros) y densidades (peso por volumen) muy distintas, produciendo así las espumas de baja, media y alta elasticidad, de rebote lento o con memoria, por citar algunas. De igual manera, en la conformación del sillín de una motocicleta se pueden emplear otros materiales en una capa más externa, como laminado, ya sea de una espuma menos densa como el polietileno, un material más suave y económico, para hacerlos mucho más suaves y confortables.

Densidad no es lo mismo que grosor o calibre de la espuma, la densidad es una medida específica que define el peso en kilogramos por metro cúbico (Kg/m3), por lo que la espuma con una densidad de 60 kg pesará 60 kg si tiene un metro cúbico; por el contrario una espuma de baja densidad, por ejemplo 30 kg Kg/m3, sería menos comprimida con más proporción de bolsas de aire, por lo que pesa menos, en este caso 30 kg.

Es importante tener en cuenta tanto el calibre como densidad.

Los expertos tapiceros recomiendan utilizar, para las motocicletas de uso cotidiano, una espuma con una densidad media, entre 35 Kg/m3 y 40 Kg/m3, para que ofrezca un equilibrio entre firmeza, duración y confort. Aunque no solo la densidad se debe tener en cuenta, también es importante determinar la profundidad del acolchado y la forma, lo cual afectará la altura total del sillín sobre el piso y la posición de los ocupantes.

Es muy importante tener en cuenta que las espumas de poliuretano, por sus mismas características, son susceptibles de absorber agua y humedad, por lo tanto un adecuado tapizado con costuras impermeabilizadas o de una sola pieza sin costuras, garantiza mayor resistencia a estos elementos, contribuyendo así con la adecuada vida útil del sillín.

 

Fuente: Publimotos