Filas, congestiones en algunas estaciones del MÍO y personas en la calle sin portar tapabocas, caracterizaron el panorama este lunes en la ciudad, en el primer día de apertura gradual de algunos sectores de la economía, pese a que continúa la cuarentena nacional.
Sin embargo, el alcalde Jorge Iván Ospina, entregó un balance positivo, pues explicó que las aglomeraciones han sido aisladas.
Sin embargo, varios usuarios en redes sociales han advertido de la presencia de muchas personas, especialmente en buses del sistema masivo MÍO y en las sedes bancarias.
«Me señalan casos de incumplimiento de la distancia y aislamiento en los buses del MÍO. Metrocali responde que no es una circunstancia generalizada, hechos puntuales en solución, sin embargo revisaremos, es importante que también el pasajero asuma responsabilidad», manifestó Ospina en su cuenta de Twitter.
El País, en un recorrido matutino, visitó varias estaciones del MÍO, donde usuarios reportaron normalidad en el funcionamiento del sistema, resaltando que la mayoría de usuarios estaban siguiendo los protocolos de seguridad como el uso del tapabocas y el distanciamiento social en cuanto al uso de los asientos o al optar por ir de pie.
En las estaciones, se dispusieron porrones con gel antibacterial para uso público. Los usuarios consultados, la mayoría movilizándose con motivo de citas médicas o diligencias bancarias, reportaron con preocupación la gran cantidad de personas que hacían fila en los bancos.
También se registró una aglomeración de ciudadanos venezolanos en el CAM, quienes esperaban por los exámenes médicos que les está realizando la Secretaría de Salud y Bienestar Social previo a su regreso al país vecino.
Lo que ha pasado en otras ciudades
Bogotá aplazó la entrada de las manufacturas
De acuerdo con el gerente de TransMilenio, Felipe Ramírez, con corte al medio día, el sistema había movilizado unas 377 mil personas, lo que permitió mantener la distancia mínima y operar por debajo del 35% de capacidad.
Se esperaba que con la entrada en operación de los sectores de la construcción y las manufacturas en Bogotá se movilizarán más de un millón de personas.
Sin embargo, la alcaldesa Claudia López aclaró que la reactivación de estos sectores será gradual y apenas empezaría a notarse plenamente en unas dos semanas.
Pese a ello, la flota de TransMilenio operó este lunes en el 100% de su capacidad y en los buses del sistema fueron puestas cintas, para impedir que los pasajeros ocupen todas las sillas y dejen una de por medio.
El Metro de Medellín aumentó en 15% su ocupación
Como consecuencia de la reactivación económica de los sectores de la construcción y la manufactura, que en Medellín sí empezó a operar desde este lunes, hubo un aumento en el número de personas que circulan por la ciudad.
El Metro de Medellín reportó que hubo un incremento en el 15% de pasajeros frente a la registrada hace una semana, pero esto no ha impedido que se mantenga el distanciamiento social necesario para impedir el contagio del coronavirus.
«Desde muy temprano el @metrodemedellin hace el control respectivo para que solo usen el sistema las personas que tienen autorización. Proteger la vida de los ciudadanos es nuestra prioridad», manifestó el alcalde de Medellín, Daniel Quintero.
En Medellín también se puso a disposición el 100% de la flota, verificando que operen solo hasta el 35% de su capacidad, y se han hecho controles de personas antes de abordar el sistema para verificar que se están cumpliendo las medidas como el pico y cédula y las exenciones que establece la ley.
Aglomeraciones, trancones y marchas en Bucaramanga
En Bucaramanga, no fue un buen día para la cuarentena. Aglomeraciones en varios puntos de Metrolínea, trancones en la autopista y protestas de ciudadanos y comerciantes caracterizaron la jornada.
“Según dice Metrolínea, todas las estaciones tienen controles para no dejar subir gente de pie. Aquí podemos ver que esto es una total mentira, los reguladores de Metrolínea dejan subir a la gente de pie y la Policía no hace nada. En la Estación temprana hay más de 100 personas y sigue llegando gente”, afirmó una denuncia recogida por Vanguardia.com.
Según Metrolínea, los problemas se presentaron porque los operadores del sistema no quisieron sacar más buses para la operación.
Hacia las 10 de la mañana se presentaron además dos protestas simultáneas, una de ellas con más de 50 comerciantes que se quejan de no tener posibilidades de trabajar ni apoyo del Estado y otra de ciudadanos, cerca a la terminal de transportes.
Alcalde de Barranquilla advierte
En Barranquilla también se presentaron aglomeraciones en el servicio público. El alcalde de la ciudad, Jaime Pumarejo, advirtió que si esto se sigue presentando podría llegar incluso a suspender algunas rutas o todo el sistema en la ciudad.
«No es posible que buses @transmetrobaq viajen llenos», afirmó y recordó que los operadores de buses tienen la orden de no arrancar si hay personas de pie en el bus.
“Esto no es un juego y todos debemos poner de nuestra parte”, dijo
Otras ciudades
Cúcuta también ha presenciado aglomeraciones en las calles. Según las denuncias, habitantes del barrio San Luis en la ciudad se encontraban por fuera de sus hogares, desacatando el distanciamiento social obligatorio. Algunos estaban conversando, sin tapabocas y a menos de un metro de distancia.
Y en Ibagué, se dio inicio a la reactivación de diferentes sectores económicos de la ciudad entre ellos el transporte público que tiene permiso de movilizarse entre las 5:00 a.m. y las 8:00 p.m.
Desde primeras horas la secretaria de Salud, Johana Aranda, fue una de las personas que verificó que se estuvieran cumpliendo con los protocolos previstos por el Gobierno Nacional; sin embargo, en el trascurso de la mañana el tránsito de las busetas no ha sido fluido, como se esperaba.
Además, el gerente de Sitsa, Hernán Quiñonez comunicó que los conductores adscritos a Expreso Ibagué no estaban autorizados para trabajar hasta cuando no se diera claridad y garantía de la implementación de los protocolos, por lo que se está haciendo una reunión entre la empresa y la Alcaldía para llegar a un acuerdo frente a la operación del servicio público.