1. Fíjate muy bien en el terreno, que sea plano y esté libre, ya que si debes parar en algún momento, la tarea se hará más difícil.
2. Ponte al lado izquierdo de la moto y agarra el manubrio con las dos manos.
3. Revisa que no sean otros los factores que estén impidiendo el arranque: por ejemplo, que tenga gasolina, que no le ha dado contacto o que el botón de encendido está ON.
4. Si definitivamente todo está bien y la moto no arranca, podemos entonces fijarnos en el lugar donde se quedó parado, lo ideal sería que se vea si hay una calle en bajada cerca, la moto pesa bastante y si se puede ayudar, todo será más sencillo.
5. Ahora aprieta el embrague y engrane en 2ª o 3ª, cuanto más alta sea la velocidad, más sencillo será empujar.
6. Empuja unos centímetros hasta que la moto no se pueda mover, de esta manera, se tiene la seguridad de que los cilindros están en su punto muerto y ya será más fácil el arranque.
7. Llego la hora de correr: hazlo tan rápido como puedas y cuando sientas que has alcanzado una velocidad apropiada, tiene que arrancar la moto, pero ¿cómo?
8. Tienes que convertirte en protagonista de película, saltar sobre tu moto, soltar el embrague y darle gas. La rueda de atrás puede frenarse un poco, esto hará que el motor reaccione y se mueva también.
9. Cuando ya esté arrancando bien debes andar por lo menos media hora para que no se vuelva a apagar, así el alternador cargará bien la batería.