Colombia es un país de geografía variada, es fácil pasar de climas fríos a cálidos en poco tiempo y sin recorrer cientos de Kilómetros. En esos viajes, quienes nos desplazamos desde ciudades por encima de los 2.000 msnm a «tierra caliente», en el típico paseo de fin de semana, notamos que nuestras motos tienen un mejor desempeño en territorios con menor altura sobre el nivel del mar. El caso opuesto sucede a quienes vienen hacia zonas más elevadas, pero, ¿por qué ocurre esto?

Los motores de las motos, todos a gasolina, necesitan una mezcla correcta de aire y combustible para funcionar, algo natural en condiciones óptimas y a nivel del mar, altura a la que son puestos a prueba por los fabricantes para entregar las cifras máximas de potencia y par motor. Pero si la altura cambia y con ello la presión atmosférica, el rendimiento de los motores aspirados (todos con excepción de la Kawasaki H2 con turbocompresor) disminuyen proporcionalmente a medida que aumenta la altura sobre el nivel del mar. A mayor altura no es que haya menos oxígeno, la proporción es la misma (21%), pero la presión atmosférica es menor y eso hace que sea más difícil obtener la cantidad de oxígeno necesaria para una combustión precisa.

Esta disminución de oxígeno afecta el funcionamiento de los motores, ocasionando una pérdida de potencia y torque y un menor rendimiento de combustible; en teoría, por cada cien metros sobre el nivel del mar se pierde el 1% de rendimiento del motor, lo que equivaldría a un 26% menos para los vehículos que circulan en Bogotá frente a los que están, por ejemplo, en Cartagena.

Algunos creen que es la temperatura la que afecta el rendimiento del motor, y aunque en algo tienen razón, la verdadera causa es la altura, pues se puede estar a nivel del mar en invierno (en un país con estaciones) y aunque la temperatura puede estar muy baja, la concentración de oxígeno es la misma que en una ciudad costera de clima cálido. La altitud disminuye no solo la potencia indicada, sino también la efectiva en todos los motores de aspiración natural, como los de nuestras motos, independientemente del sistema de alimentación; aunque las que llevan carburador tienen una afectación mayor, ya que los sistemas de inyección electrónica regulan la mezcla para compensar esa falta de oxígeno, basándose en las lecturas que los sensores proporcionan a la ECU. Los motores que cuentan con turbocompresor, como el de muchos vehículos de cuatro y más ruedas, no tienen problema con la altura mientras giren en un régimen en el que el turbo esté activado, este gira a menor o mayor velocidad de acuerdo con las necesidades de oxígeno del motor.

Un expresión común en el mundo motero al llegar a una ciudad a menos altura de la que habitualmente transita, es que la moto está «económica», es decir, la mezcla es más rica en oxígeno y esto hace que la combustión sea más explosiva generando prestaciones superiores, mucho más cercanas a las cifras de la ficha técnica. Mientras tanto, los motores de 2 tiempos corren el riesgo de dañarse por ese cambio en la mezcla, pues al tener más aire y menos gasolina, el pistón puede llegar a pegarse al cilindro por falta de lubricación, ya que esta se hace en la misma cámara de combustión. Por el contrario, al llegar a una ciudad de mayor altura, pierden potencia porque quedan «pasadas de gasolina», por eso si se va a estar varios días, lo mejor es ajustar el paso de aire para compensarlo. En esta técnica se especializaron muchos mecánicos de motos, en ajustar correctamente las variantes del carburador para que la moto ofrezca el mejor desempeño, de acuerdo con la región en que se moviliza. En las motos de 4 tiempos la altura afecta solo el desempeño, pero no hay riesgo de daños en el motor debido a la lubricación separada de la combustión.

Actualmente los fabricantes de motos y de cualquier vehículo de combustión interna, hacen las pruebas necesarias a diferentes alturas sobre el nivel del mar, para garantizar que el vehículo se comportará de manera correcta, por ejemplo, algunas marcas indias y locales que se importan de Asía, han hechos sus pruebas de nuevos modelos en Colombia aprovechando su diversidad geográfica.

Las motos equipadas con Inyección Electrónica al encontrarse en zonas con baja presión atmosférica disminuyen la cantidad de combustible que inyectan al motor para no desperdiciarlo al no tener suficiente aire para quemarlo. Esto, en teoría, significa un menor consumo de combustible en ciudades elevadas, pero que junto a otros factores y en temperaturas cercanas a los cero grados, el propulsor consumirá más combustible: La máquina tarda más en calentarse y es el momento en el que consume significativamente más hasta alcanzar la temperatura óptima de funcionamiento; el aceite está más viscoso cuando se circula a bajas temperaturas creando más fricción, lo que significa mayor consumo; las llantas pierden presión, el aire se comprime al bajar la temperatura y reduce la tensión al interior, esto supone una deformación y mayor zona de contacto lo que quiere decir mayor rozamiento y aumento de consumo.

 

Fuente: Publimotos