En un estudio de la Universidad de Massachusetts Amherst y la Universidad de Brown se analizó el flujo de aire en la cabina de un vehículo y su relación con el riesgo de contagio de sus ocupantes brindando algunas conclusiones importantes de rescatar.
Respecto a todos los flujos posibles de aire, cambiando la cantidad y posición de las ventanas abiertas durante el trayecto, se concluye que, con los vidrios arriba, la carga viral aumenta considerablemente y puede durar en el ambiente hasta por tres horas. Por eso, la mejor la manera de evitar el contagio es, simplemente, abrir todas las ventanas. Algunos pueden decir que es una solución obvia, pero mucha gente la pasa por alto y esta investigación avala esa práctica a nivel científico. Y es que, abriendo todas las ventanas, los virus salen más fácilmente de la cabina que si se abrieran solo una o dos ventanas.
Otra opción podría ser abrir tres ventanas y dejar cerrada la que corresponde al pasajero. Pero en cambio, no se recomienda tener abiertas las de conductor y pasajero dado que el flujo de aire generado es prácticamente igual al que se da cuando el carro está cerrado.Es decir, los virus se mantienen durante más tiempo en el interior.
Si fueran solo dos ventanas, lo ideal sería tener abiertas las que son contrarias a los pasajeros. Es decir, la delantera derecha y la trasera izquierda.
No olvidar
Por supuesto, no podemos olvidar las medidas básicas de autocuidado para frenar la expansión del COVID-19: uso permanente de tapabocas, llevar alcohol y gel antibacterial a bordo, desinfección de piezas y elementos del vehículo y tratar de no utilizar el aire acondicionado.